Academia de LSM en Xochimilco, maestros sordos te enseñan a comunicarte en su lengua materna

Ciudad de México, 10/01/2019.- En los primeros días de este 2019, una noticia nos sorprendió gratamente: la apertura de la Academia de Lengua de Señas Mexicana con el patrocinio del gobierno de la Ciudad de México, en las instalaciones del DIF Xochimilco, un edificio de reciente construcción, bien equipado, que está aportando las aulas para impartir los cursos.  La Academia ofrece un plan de estudios de dos años repartidos en cuatro semestres, con cursos gratuitos, para que sordos y oyentes adquieran la competencia de hablar en Lengua de Señas Mexicana (LSM) y también puedan acceder a una certificación como intérprete. Hay tres niveles, básico, intermedio y avanzado) y también se ofrece la opción de tomar los cursos en línea los sábados.

¿Por qué es una novedad si la enseñanza de la LSM existe desde mediados del siglo XIX? Este dato  te va a sorprender: el 28 de noviembre de 1867, Benito Juárez creó la primera Escuela Nacional de Sordomudos –llamados así en ese tiempo, ahora se les llama sordos o personas con discapacidad auditiva–, en la que se reconocía el papel de la persona sorda como maestra de otros con la misma condición; este impulso a la educación sólo duró hasta mediados del siglo XX cuando la Escuela fue cerrada. ¿Qué pasó entonces en todo este tiempo para que hoy día vuelva a ser novedad la creación de una academia para aprender la LSM?

Sucede que con los cambios que ha habido en la educación en México se fue relegando este tipo de enseñanza especializada. El foco en la alfabetización de las grandes masas y en la búsqueda de una uniformidad en la construcción de una identidad mexicana fue dejando de lado el reconocimiento a la diversidad representada por personas con distintas discapacidades o por la población indígena, por ejemplo, otro caso de exclusión. Para atender a estos otros mexicanos estaba la “educación especial”, sin embargo, como hoy podemos constatar, no fue suficiente para garantizar el derecho a la educación a todos.

En el caso de las personas sordas sucedió lo que con otros colectivos de la discapacidad: las familias se organizaron y conformaron esa parte de la sociedad civil organizada que llena los vacíos dejados por el Estado. Existen muchas asociaciones civiles que ofrecen cursos para aprender la Lengua de Señas en la Ciudad de México y en varias ciudades del país, aunque son insuficientes para la demanda existente, además, las personas con discapacidad y en pobreza, no pueden pagarlos.

Desde hace tres años el Instituto de las Personas con Discapacidad en la Ciudad de México imparte cursos de LSM a servidores públicos para que tengan habilidades básicas para la atención a usuarios de servicios de salud, o a quienes acuden a una oficina pública a hacer algún trámite, incluso se ha capacitado a policías que son quienes tienen el primer contacto con un ciudadano en situación de riesgo o emergencia. También hay escuelas públicas donde se imparten clases con apoyo de intérpretes de LSM para alumnos sordos, como la Universidad Tecnológica de Santa Catarina, en Nuevo León, donde hay todo un programa de inclusión que ya se está replicando en otras universidades. Guadalajara, Jalisco, cuenta con una preparatoria que ofrece bachillerato accesible a estudiantes sordos.

Sin embargo, sigue habiendo una importante demanda de servicios para aprender la lengua materna de los sordos; porque debes saberlo y si no, toma nota por favor, ¡las personas con discapacidad auditiva no son mudos! Sí tienen un lenguaje y éste es precisamente la LSM.  A la sordera se le ha llamado la discapacidad invisible porque no se aprecia a simple vista, aunque sí implica muchos retos para quienes la tienen, no tanto por la sordera misma, sino por las barreras en la comunicación en un entorno dominado por oyentes.

Así que la nueva Academia de LSM en el DIF Xochimilco responde a una demanda que quizás había pasado desapercibida hasta hace poco. Ya están abiertas las inscripciones y, según lo que pude ver en mi primera visita, hay muchas personas interesadas en aprender LSM o en mejorar sus aptitudes. “Estamos respondiendo a una necesidad de comunicación”, me dijo Eduardo, un entusiasmado intérprete que está participando en el proyecto.

 Aunque no lo creas, aquí todos los maestros al frente del grupo son sordos, los intérpretes (oyentes que hablan LSM) apoyan la interacción con los alumnos. ¿Qué ventajas aporta este modelo? “Aprendes más rápido”, me explican, es como estudiar cualquier idioma con alguien que lo tienen como lengua materna.

En el aula donde dan informes coincidí con una joven mamá que pidió la inscripción para ella, su esposo y su pequeña hija, a quien le acaban de diagnosticar sordera profunda: “Mi esposo y yo queremos aprender Lengua de Señas y que ella aprenda también para que podamos comunicarnos entre todos”. Afortunadamente la Academia les ofrece un espacio gratuito para cumplir su propósito. Nos adelantaron que se va a crear un grupo de niños. Con esta capacitación, si todo se desarrolla como está planeado, se abre todo un panorama alentador para esta familia que se traduce en nuevos caminos de vida; se les ofrece una importante herramienta con la cual la deficiencia auditiva de la niña implicará una forma distinta de convivencia, mas no una tragedia ni una barrera que frene su desarrollo.

Se espera beneficiar a muchas familias. No se tiene un registro preciso de cuántas personas con discapacidad auditiva hay, por ejemplo, en la alcaldía de Xochimilco o en la ciudad de México, pero la creación de este servicio permitirá tener datos específicos de esta población. Además, hay que tener en cuenta que la pérdida de la capacidad auditiva también es un efecto del envejecimiento y una persona la puede adquirir en cualquier momento, así que es una población que va en aumento.

Quizás suena como si los sordos estuvieran de moda porque últimamente han estado presentes en las noticias. Ya es una obligación para las televisoras del país el contar con intérpretes de LSM (o en su defecto, subtítulos) en su programación de mayor audiencia para hacerla accesible.  En realidad, lo que está de moda es el derecho a la accesibilidad, en este caso, al acceso a la comunicación entre sordos y entre éstos y los oyentes; hablamos del derecho a la inclusión. Esperamos que no sea una moda pasajera. Y a ti ¿te gustaría aprender Lengua de Señas?

Para mayor información sobre inscripciones y modalidad de estudio en la Academia LSM, envía un mail a lsmDIF@dif.cdmx.gob.mx , teléfono (01) 55 1439 1037 ó  551273201752

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