Por: Juventino Jiménez Martínez*
Mi acercamiento a este sistema de lectoescritura fue a la edad de 8 años en la Escuela Primaria de Niños Ciegos y Débiles Visuales en la Ciudad de México. Aprendí el Braille como un segundo método de escritura y lectura, el primero fue el sistema convencional, conocido como de caracteres en negro, en pocas palabras, escribir con lápiz, pluma y cuaderno. Cuando las profesoras del taller de Braille nos invitaron a participar sentí gran emoción y no dudé en inscribirme, no importando el costo de la regleta y punzón.

Al ser el Braille mi segundo sistema de escritura, tardé un año en dominarlo y el esfuerzo valió la pena, porque más tarde empezaría a resentir la pérdida de la visión y ésta sería una de mis herramientas para estudiar la universidad.
Hoy en día este sistema de lectoescritura está en proceso de desaparición porque los niños y jóvenes no lo aprenden en la educación inclusiva, ya que los profesores de educación regular no lo conocen y por lo tanto no lo pueden enseñar a sus alumnos ciegos y débiles visuales.
Aunado a ello está la presencia de las nuevas tecnologías, como la computadora y el celular con software lector de pantalla, herramientas que permiten prácticamente hacer de todo, desde redactar un simple texto, hasta programar aplicaciones y páginas web, pero me queda claro que por sí solas no logran el desarrollo de una buena ortografía y redacción. No hay nada más placentero que sentir cada letra de las palabras que conforman un cuento o una novela.
Por ello no debemos permitir que el legado de Luis Braille desaparezca, debemos repensar la forma de seguirlo enseñando y utilizando en todos los ámbitos de la vida. Personalmente, lo utilizo para anotar los puntos que trataré en una conferencia o exposición. También me sirve para anotar datos importantes como números de cuenta que requiero tener a la mano, números telefónicos por si se extravía el celular.

Habría que ver la manera de hacer asequibles las líneas Braille, una herramienta tecnológica que existe desde hace muchos años, pero por su costo, solo algunos ciegos tienen acceso a dicha tiflotecnología.
Finalmente, exhorto a niños y jóvenes ciegos y con baja visión a que no les gane la pereza y ¡se animen a aprender la escritura y lectura Braille!
#GraciasLuisBraille
#ElBrailleEsChido
#CuatroDeEneroDíaInternacionalDelBraille
*Juventino es orgullosamente indígena Ayuujk con discapacidad visual. Su lema: #EstáChidoSerIncluyente
Co-Fundador del proyecto Letras Habladas en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y de la asociación Punto Seis.
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