Mujeres con discapacidad: Necesario tender puentes para dejar de ser las hermanas olvidadas del feminismo

Ciudad de México.- Son las “hermanas olvidadas” del movimiento feminista, mujeres con discapacidad que no están nombradas en las leyes, ni siquiera en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, ausentes también de las políticas públicas para garantizar el ejercicio de derechos básicos, como el derecho a la salud sexual y reproductiva, a espacios laborales, a la educación, al acceso a la justicia, entre otros.

Por ello, representantes de varias organizaciones alzaron la voz en el Día Internacional de las Mujeres, #8M, para llamar la atención de autoridades, gobiernos y de las colegas del movimiento feminista a fin de tender puentes que permitan acabar con el aislamiento y la exclusión. Se hicieron presentes con los mensajes #SoyMujerConDiscapacidad y #SororidadParaTodas, anunciaron que no sólo este día, sino permanentemente estarán en el activismo, pues falta mucho por hacer para visibilizar a las mujeres con discapacidad como parte de la sociedad y del movimiento feminista.

“No sabemos qué ha pasado con las mujeres y niñas institucionalizadas (las que viven en albergues, asilos y hospitales psiquiátricos) durante la pandemia por Covid19”, señaló Lisbet Brizuela, directora de Disability Rights en México; a un año de que se declaró la emergencia sanitaria se desconocen esa información, no hay reportes oficiales sobre contagios o fallecimientos en las instituciones. Es una situación ignorada.

Captura de pantalla de la Conferencia de prensa vía Zoom. Seis mujeres a cuadro.

Mujeres con discapacidad visual enfrentan abuso y violencia dentro de sus casas, el distanciamiento social y el #QuédateEnCasa las ha vulnerado, al igual que a mujeres con otras condiciones de discapacidad que no están teniendo acceso a la educación ni a servicios de salud, por ejemplo, señaló  Silvia Lozada, mujer ciega, fundadora de la Escuela Nacional de Perros Guía: “Las mujeres con discapacidad queremos estar en todos los espacios, en México sigue haciendo falta que nos incluyan en las leyes que nos den garantías en la legislación, no estamos ni en la ley sobre el derecho a una vida libre de violencia. No se garantiza nuestro acceso a la justicia y estamos ausentes de las políticas públicas que puedan facilitar el ejercicio de derechos.”

Michelle Chavez, una joven mujer con amputación de una pierna, publicó un mensaje en Twitter con el #SoyMujerConDiscapacidad; ella fue víctima de violencia hace 4 años por parte de su pareja, quien la arrojó de un cuarto piso; aún no ha logrado que se haga justicia, relató en entrevista en WRadio.

Corina del Carmen llamó a que se reconozca la capacidad jurídica de las mujeres con discapacidad, en particular, de las mujeres con discapacidad psicosocial: “Luchamos por ser nombradas y tomadas en cuenta. Se deben considera nuestros diferentes contextos. Muchas no podemos estar entre las multitudes manifestándonos” y no por ello se les puede ignorar, señaló.

Roxana Pacheco, presidenta de la Fundación para la Inclusión y el Desarrollo de las Personas con Discapacidad (FINDEDIS), llamó la atención sobre las dificultades que impone la falta de accesibilidad para que una mujer con discapacidad pueda denunciar la violencia en su contra, “somos las que menos podemos defendernos, enfrentamos violencia en todos los niveles, discriminación en los empleos, en el espacio público”, señaló. Es violencia el no poder acceder a servicios de salud y de salud sexual y reproductiva, “nos hacen abortos sin nuestro consentimiento”. Roxana exigió que haya políticas públicas que atiendan todas estas violencias.

Martha García alzó la voz para señalar la falta de accesibilidad universal: “No podemos salir de la casa por la situación económica personal o familiar y por la falta de accesibilidad en el espacio público. Por ellos es importante “aprovechar este momento para llamar la atención sobre nuestras condiciones de vida. Las mujeres con discapacidad necesitamos garantías de acceso a salud, educación, un empleo digno y bien remunerado, accesibilidad en el transporte y las comunicaciones.”

Tuit de Martha García, directora de FINDEDIS , con una foto de ella rodando con su silla de ruedas a un lado de la Alameda, en la CDMX.

Marialú Castro habló en nombre de mujeres que enfrentan enfermedades crónicas, porque “el sistema de salud no nos ve”, dijo, enfrentan la negación de servicios y peor aún, en casos como el padecimiento de fibromialgia, se les niegan los diagnósticos, los médicos no les creen. Hay mujeres con enfermedades discapacitantes que están viviendo con quienes las violentan, “ellas están en las sombras”, lamentó.

Destacó también que son las mujeres quienes se dedican mayoritariamente a la labor de cuidados, incluso mujeres con discapacidad, que también cuidan de sus familias: “se trabaja mucho pero este trabajo no se reconoce”. Incluso, dijo, las colectivas feministas ignoran a las mujeres con discapacidad, “no conocen nuestras necesidades y muchas veces ni se las imaginan.” Lo mismo pasa con las mujeres indígenas o de la tercera edad, que suelen quedan también en las sombras.

Olga Montufar, quien se refirió a las mujeres indígenas con discapacidad, destacó las complejidades que se viven en las comunidades, donde se les ve como niñas eternas y a menudo se impide el desarrollo de su autonomía. Señaló que las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres se han hecho más grandes durante la pandemia, lo que ha afectado en mayor medida a las mujeres con discapacidad. También reclamó que “el movimiento feminista no nos asume a las mujeres indígenas con discapacidad como parte del movimiento”.

Kristal, mujer sorda, dijo que la sociedad debe reconocer que las mujeres con discapacidad no son un grupo pequeño. Denunció lo que ella y su familia han enfrentado por los obstáculos que persisten en el acceso a la justicia en casos de feminicidio: “A mi hermana la mataron y no hemos tenido justicia, ya no queremos ser discriminadas, quiero que se haga justicia por mi hermana, ella dejó hijos.” Denunció la falta de intérpretes de Lengua de Señas en el Ministerio Público y en los juzgados, lo cual es más que una barrera, es un acto de discriminación en contra de las mujeres sordas.

La intérprete Nidia Díaz Aroche señaló en su oportunidad que “el puente de comunicación que hacemos las intérpretes es muy importante”, sin embargo, dijo, “las autoridades todavía no comprenden nuestro trabajo, piensan que la interpretación es algo fácil” y no se ocupan por contar con personal competente para apoyar a las mujeres sordas cuando reclaman el acceso a la justicia. “Mujeres sordas e intérpretes somos un binomio”, explicó.

Foto de una adolescente con Síndrome de Dow con los ojos cerrados, las manos en el cabello y un cubrebocas, enmarcada en un cuadro morado con símbolos de la discapacidad y la leyenda #SoyMujerConDiscapacidad y #SororidadParaTodas. Tuit de Cinthya Laurel.

Jenny Baustista, quien adquirió la discapacidad motriz hace 11 años, dijo que ha visto cómo la falta de infraestructura de accesibilidad hace vulnerables a las mujeres con discapacidad. Reclamó que las instituciones que existen supuestamente para hacer valer sus derechos “no tienen el peso suficiente para defendernos, no tienen dientes”. Llamó a los gobiernos y legisladores a considerar que cualquier persona puede adquirir una discapacidad, ya sea por enfermedad, por la edad o por algún accidente, así que es necesario que tomen acciones para ver y atender las necesidades de una creciente población con discapacidad. Señaló también la discriminación que existe hacia ellas, por lo que subrayó: “todas las mujeres valemos lo mismo”.

Sororidad para todas

Las activistas coincidieron en que se debe impulsar el trabajo con otras colectivas para acabar con el aislamiento y que las mujeres con discapacidad sean vistas y tomadas en cuenta por el movimiento feminista, desde la interseccionalidad. Lisbet Brizuela, de DRI, recordó que desde esa organización han realizado investigaciones sobre la situación de las personas con discapacidad psicosocial junto con Documenta, A.C, en particular sobre el reconocimiento a la capacidad jurídica de las personas con discapacidad; igualmente han trabajado con Equis Justicia para las Mujeres a fin de hacer visible la desigualdad que afecta a mujeres con discapacidad.

Por ello, dijo, la vinculación con organizaciones de derechos humanos, de acceso a la justicia, con otras colectivas feministas, es clave para hacer visible la lucha de las mujeres con discapacidad y estar en la agenda del movimiento feminista.  

De ahí la importancia de que en esta conmemoración del #8M se haya promovido el mensaje #SororidadParaToda. La sororidad, es decir, la hermandad y el apoyo solidario entre mujeres, debe incluir a las mujeres diversas. Desde el 8 de marzo, FINDEDIS y otras organizaciones, promovieron también la etiqueta #SoyMujerConDiscapacidad, para invitar a todas a mostrar con orgullo su condición, sus conquistas, sus anhelos, sus retos, para combatir los prejuicios y estigmas que siguen pesando sobre la condición de discapacidad.

Tuit de Jenny Bautista con una foto de ella sonriendo con una playera morada y un brazo levantado.

Este año, la manifestación de estas colectivas en la Ciudad de México fue virtual debido a la prolongada pandemia. En marzo del 2020 tuvieron una participación histórica en la marcha feminista, donde hubo varios contingentes de mujeres con discapacidad. Fue la última gran manifestación antes del confinamiento obligado por el coronavirus.

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