Son mujeres quienes tienden sus puestos de venta de cualquier cosa en los andenes del Metro de la Ciudad de México, lo hacen encima de las guías podotáctiles que usan las personas ciegas o con discapacidad visual que se transportan diariamente.
Las guías sirven para que estos usuarios ciegos se conduzcan con seguridad por los largos pasillos de las estaciones y no corran riesgos en los andenes donde esperan el tren, sin embargo éstas quedan inutilizadas por los puestos ambulantes irregulares que son tolerados por los agentes de policía que vigilan las estaciones.
Así lo sostienen personas como Alejandro y Socorro, a quienes les consta esta situación: varios tramos de las guías podotáctiles, uno de los elementos de accesibilidad con los que cuentan las estaciones del Metro, está permanentemente obstruido de un tiempo a la fecha, sin que ninguna autoridad de la Ciudad de México haga algo para impedirlo.
Por eso, personas con discapacidad visual y física se manifestaron frente a Palacio Nacional el pasado 22 de julio para exigir “Movilidad sin obstáculos”. Y recientemente, el jueves 26 de agosto, volvieron a manifestarse con una marcha del metro Pino Suárez al Palacio del Ayuntamiento, sede del gobierno capitalino, para demandar respuesta a sus demandas por parte del director del Metro, Guillermo Calderón Aguilera.
Los manifestantes aseguran que los puestos ambulantes que les obstruyen el paso son de integrantes de las llamadas colectivas feministas porque así se han identificado ellas cuando las han confrontado, están organizadas y comenzaron a aparecer en los andenes hace un par de años, cuando se intensificaron las manifestaciones en las calles en las que algunas jóvenes vestidas de negro y con el rostro cubierto se mostraban agresivas rompiendo cristales y lanzando fuego contra mujeres policía.
A las usuarias y usuarios con discapacidad visual les llama la atención que ellas cuenten con la protección de los policías en los andenes, porque en diversos incidentes los policías han optado por defender a las vendedoras ambulantes por encima del derecho de los ciegos a transitar por las guías podotáctiles (rieles o canaletas en el piso donde se apoya el bastón blanco) : “Encontramos las guías podotáctiles obstruidas y ellas nos sacan de las guías para que no les atropellemos sus mercancías, pero al sacarnos nos desubican, ya no sabemos para donde darle”.
Una situación como ésta detonó la primera manifestación, que comenzó a las puertas de Palacio Nacional, el pasado 22 de julio, cuando llevaron una carta dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, de la oficina de atención ciudadana los enviaron con funcionarios de la Ciudad de México para que se atendiera su petición. Después de más de un mes, no obtuvieron respuesta y por eso salieron de nuevo a manifestarse.

Socorro Jaramillo, masajista ciega, fue agredida por las vendedoras el 14 de julio en la estación del metro Centro Médico y aunque ella era la víctima, los policías la rodearon para arrestarla, una situación que alertó a sus compañeros sobre la urgencia de denunciar y poner alto a las agresiones que se han vuelto cotidianas.
Socorro nos relató lo sucedido aquel día en particular: “Soy ciega total y doy masajes en el metro Eugenia, tengo mi consultorio dentro del metro. Vivo en el Estado de México, me tengo que trasladar desde Los Reyes La Paz, hago dos horas y media de camino, transbordo en las estaciones Pantitlán y Centro Médico. Y ese día precisamente en Centro Médico me conducía por las guías podotáctiles que van en dirección a Universidad y me encontré al paso con uno de los puestos, les rompí las cosas con mis pisadas, en eso llega una de ellas, me empieza a sacudir y me grita “¡Ciega, que no te das cuenta!”, yo reacciono y la aviento, ella me golpea. En dos segundos yo ya estaba rodeada por los policías quienes me dicen que me van a remitir (a llevar detenida) por romper las mercancías y golpear a la mujer vendedora. Yo le dije al policía que cómo es posible que permitan que ellas se pongan en las guías que nosotros usamos. La gente que iba pasando se dio cuenta y me empezaron a apoyarme, les pareció injusto que me detuvieran los policías. Gracias a la gente salí de esa, fui apoyada por los usuarios. Una señora me jaló y me dijo “vente, yo te voy a ayudar”.
“En Pantitlán también me pasa casi a diario que bajando las escaleras hacia el andén siguiendo la guía, doy el paso sobre los puestos que están tendidos. Siempre son mujeres las que están vendiendo, me ven venir y me sacan para un lado, pero al hacerlo ya no sé para donde seguir. Y eso lo saben y lo ven los policías, pero en lugar de defendernos en nuestro derecho a la accesibilidad y a circular con seguridad, protegen a las de los puestos.
Socorro también llama la atención sobre el hecho de que son frecuentes los accidentes de personas ciegas en la red del Sistema de Transporte Colectivo Metro: “Ha habido muertes de compañeros que se caen a las vías o son empujados y caen en el espacio entre un vagón y otro, algunos han podido salir”. Aunque de esto no hay reportes oficiales, entre la comunidad de usuarios ciegos circulan alertas sobre los riesgos e incidentes en las estaciones más concurridas.
Las guías que son más funcionales para las personas ciegas son las de riel (que se observan como una hendidura o un canal en el piso), no tanto las micas amarillas que se han instalado en años recientes. La guía podotáctil de riel es especialmente útil cuando marca el límite entre el andén y las vías.
También hay señalética y guías que están mal colocadas y mal diseñadas. Por ejemplo, nos cuentan, en las estaciones Salto del Agua e Isabel La Católica, la guía lleva a los y las usuarias ciegas derechito al borde del andén, lo que las pone en grave riesgo de caer a las vías.
Derecho a la accesibilidad y a la movilidad con seguridad, ¿es mucho pedir?
Alejandro García López, quien ha participado en las manifestaciones, nos dice: “Lo que estamos haciendo es exigir a las autoridades garantías a nuestro derecho a la accesibilidad y a la movilidad con seguridad en el Metro. Somos testigos de cómo se nos están negando estos derechos a las personas ciegas”.

Él denuncia otro asunto de violencia cotidiana contra ciegos y otras personas con discapacidad en los andenes: “Estamos pidiendo que el primer vagón del Metro esté destinado a personas vulnerables, que se nos permita ir en el primer vagón, aquí el punto es que no nos pueden negar un derecho”. Actualmente, los dos primeros vagones son destinados exclusivamente para mujeres, como una medida implementada por el gobierno de la capital contra la violencia y hostigamiento sexual en el transporte público. El problema es que esos mismos vagones también se han marcado como preferenciales para personas con discapacidad (al igual que en el Metrobús), así que en no pocas ocasiones ambas directrices han entrado en conflicto. Por ejemplo, refiere Alejandro, “las mujeres con discapacidad no pueden hacer uso de los vagones exclusivos si van acompañadas de un hombre”, aunque éste sea su hijo o quien les esté auxiliando en su movilidad.
“En algunos casos hay agresión contra los mismos compañeros ciegos, que son bajados a la fuerza de los vagones exclusivos, con agresión física o verbal. Los mismos policías no permiten que accedamos a esa área”; esto, a pesar de que las guías podotáctiles conducen precisamente hacia el área de los primeros vagones.
En cuanto a la obstrucción de las guías en los pasillos entre estaciones, Alejandro señala: “Aunque las de los puestos nos ven con el bastón blanco, nos agreden si pisamos sus mercancías. Algunas, por su conveniencia, nos ayudan a atravesar el espacio, aunque esa no es la idea”.
El asunto, explica Alejandro, es que “no tendríamos que estar solicitando que se cumplan nuestros derechos”, pero ante tantas barreras que impiden su movilidad en el transporte público, hicieron un pliego petitorio dirigido al propio presidente López Obrador con la idea de que haciendo la petición al más alto nivel podrían lograr que les hagan caso las autoridades de la Ciudad de México, en particular, de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Alejandro es claro: “No tendría que haber acuerdos con la autoridad, sólo se tendrían que aplicar la ley”.
En la carta dirigida al presidente, señalan: “Exigimos al gobierno federal, así como al de la Ciudad de México, que se hagan válidos los derechos y la accesibilidad para las personas con discapacidad, en las instalaciones del Metro así como en toda la ciudad y el país. Por una sociedad incluyente y con respeto a los derechos fundamentales del ser humano”.
Alejandro advierte: si esto no se detiene en el corto plazo, las agresiones de las vendedoras ambulantes en los andenes y la violencia en los vagones exclusivos se van a intensificar: “Puede haber situaciones de confrontación más graves, esto es una bomba de tiempo. No vamos a quitar el dedo del renglón, por el bien de todos los usuarios del metro”.
El abogado Miguel Chávez Benitez, quien ha acompañado al colectivo, señala que es fundamental que los policías y las autoridades del gobierno capitalino no vean como agresoras a las personas ciegas, sino que reconozcan que son las víctimas en este asunto.
Tras la manifestación del 22 de julio recibieron como respuesta del gobierno de la Ciudad de México una convocatoria para acudir a una reunión en las oficinas centrales del Metro, en la calle de Delicias 67. Les dijeron que los iba a recibir un funcionario con capacidad de tomar decisiones, sin embargo, les mandaron a funcionarios de bajo perfil de la Subsecretaría de Administración y Finanzas. A decir de los testigos, no sabían del tema ni por qué estaban ahí las personas ciegas. “Fue una falta de respeto, una burla que nos atendieran funcionarios sin los antecedentes del tema y sin capacidad de decisión”, comenta Chávez Benitez, y así se los hizo saber Pedro Rojas, representante del colectivo.
Se compromete el STC Metro a atender demandas
Ahora, tras la manifestación del 26 de agosto, representantes del colectivo fueron recibidos por autoridades del Metro, esta vez por funcionarios de más alto nivel, quienes se comprometieron a atender sus peticiones, en particular la de poder ejercer sus derechos a la accesibilidad en las estaciones del metro para personas con discapacidad. Acordaron tener una reunión de seguimiento el próximo 20 de septiembre y los funcionarios advirtieron que la atención de algunos puntos es “complejo” y llevará tiempo que se cumplan todas las peticiones.
El colectivo considera que en la atención a esta problemática también tendría que intervenir la Secretaría de Movilidad, a cargo de Andrés Lajous, quien en redes sociales se ha mostrado comprometido con implementar accesibilidad en el transporte público y presentó hace un año la “Tarjeta Incluyente de Gratuidad” para personas con discapacidad, pero no se ha pronunciado sobre las demandas del colectivo de personas ciegas. También tendría que intervenir la Secretaría de las Mujeres, por la situación que se denuncia sobre abusos de colectivas feministas contra las personas ciegas. También se hace un llamado para que el Consejo para Prevenir la Discriminación (Copred) y la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México acompañen esta lucha y contribuyan a que el gobierno capitalino responda a sus demandas.
El pliego petitorio, que se ha consolidado en la segunda manifestación, incluye:
- Garantías para el ejercicio de los derechos a la accesibilidad y la movilidad en México
- Liberar las guías podotáctiles en las estaciones del Metro en la Ciudad de México, eliminar obstrucciones.
- Acceso al primer vagón como una manera de garantizar la seguridad de las personas con discapacidad (hombres y mujeres) en sus traslados en el Metro.
- Mantenimiento a las rampas, guías podotáctiles, elevadores y todos los elementos de accesibilidad en el Metro.
- Nuevas guías podotáctiles con la participación de los usuarios y usuarias con discapacidad visual, hay varias que no son prácticas o pueden ser peligrosas.
- Facilitar el acceso a la Tarjeta Incluyente de Gratuidad para Personas con Discapacidad, pues el trámite actual es inaccesible para personas con discapacidad visual. Se requiere atención presencial.