- El recorrido festivo por Paseo de la Reforma terminó en el Monumento a la Revolución en un espacio sin accesibilidad.
- Entre los participantes hubo división de opiniones sobre cómo manifestar la inconformidad por el maltrato de la Secretaría de Gobierno que designó ese espacio para el Movimiento PcD.
- Algunas personas con discapacidad motriz fueron cargadas en su silla de ruedas para descender al patio por escalones; otros permanecieron en la plaza que sí es accesible.
- “Tenemos que analizar la situación, sí hay que levantar la voz para que esto vaya cambiando”: Martha García.
El sábado 4 de diciembre se cumplió la fecha tan esperada por el Movimiento de Personas con Discapacidad, una nueva organización surgida para crear un amplio colectivo en el que tengan cabida personas con discapacidad, familiares y aliados.
Batucada por la visibilización
Con un activismo que nació y creció en las redes sociales o sociodigitales, lograron destacadamente alentar a colectivos locales y regionales en todo México, así como en países de Centro y Sudamérica, incluso en Japón, para que en sus ciudades organizaran caminatas, recorridos, marchas, manifestaciones artísticas con el objetivo de visibilizar a las personas con discapacidad como parte importante de la sociedad.
Ese objetivo se cumplió muy visiblemente: desde La Paz, Baja California en el Norte del país, hasta Campeche, en el sur, pasando por Nuevo León, Puebla, en fin, diversas ciudades, salió a relucir el color verde-amarillo fosforescente, símbolo utilizado por el Movimiento, como se puede ver en su página de Facebook

Si bien el Día Internacional de las Personas con Discapacidad es el 3 de diciembre, que este año cayó en viernes, el Movimiento decidió que saldrían a las calles el día 4, aprovechando que siendo sábado podrían convocar a más personas. Ello explica que haya habido dos marchas en la Ciudad de México, donde otros colectivos decidieron sí manifestarse el día reconocido mundialmente como el de concienciación sobre los derechos de las personas con discapacidad, una marcha de la cual también informamos en este espacio.
Así que se cumplió la cita y a partir de las 10 de la mañana del sábado, unas 400 personas, entre usuarios de silla de ruedas, de muletas, personas sordas, con discapacidad visual o con discapacidad cognitiva, se congregaron en la fuente de la Diana Cazadora, en Paseo de la Reforma, y avanzaron hacia el Monumento a la Revolución entre cantos y bailes, pues la idea de los promotores del Movimiento, destacadamente Martha García y Alfredo Jiménez, fue hacer de esta ocasión una fiesta, una celebración de la unión de personas que viven la condición de discapacidad, con el lema de “Orgullo y dignidad”.

Al ritmo de tambores se alentó a los participantes a cantar: “Yo sí me siento orgulloso”, “Orgullo y dignidad de la discapacidad”, “Y ahora que estamos todos, y ahora que sí nos ven, que se escuche fuerte y claro el Movimiento PcD”.
Sin embargo, el ambiente festivo de esa mañana soleada se nubló después de 4 kilómetros de recorrido al llegar al Monumento a la Revolución y encontrarse con que tenían que bajar escalones para llegar al festival cultural que se instaló en el lugar.


Golpe a la dignidad por parte del gobierno CDMX
Aunque esa una de las plazas públicas más accesible gracias a los cambios arquitectónicos que le han hecho en años recientes, el gobierno de la Ciudad de México, que administra ese espacio, asignó para las personas con discapacidad el lugar más inaccesible: un patio interno de la plaza, más bajo del nivel de calle al cual se entra por escalones, sin rampas para evitarlas.
El comité organizador del Movimiento PcD en la Ciudad de México, en el que participó Enrique Medel, usuario de silla de ruedas, estuvo solicitando desde hace meses la autorización para ocupar parte de la plaza para el evento, pero no obtuvo respuesta de la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México, a cargo de Martí Batres, sino hasta hace unos días cuando les avisaron que la Plaza a nivel de calle iba a ser ocupada por eventos del gobierno federal y solamente estaba disponible ese patio. Y sí, en el espacio central de la plaza se habían instalado amplias carpas promocionando programas de vivienda.

Los organizadores insistieron a la autoridad en que al menos se colocaran rampas provisionales en el lugar, pero su solicitud no fue atendida.
Lo que se encontraron los manifestantes al llegar al lugar fue a personal de Protección Civil que se dispuso a cargar a las personas en sus sillas para bajarlas al patio, una práctica que pone en riesgo a las personas, rompe con su derecho a moverse de manera autónoma y segura, lo que no es para nada un trato digno.

Esa situación golpeó el entusiasmo de quienes minutos antes había llegado cantando orgullosos y celebrando la unión que se venía manifestando por la principal avenida del país. Pero esa unidad se rompió cuando unos aceptaron que los bajaran cargando y otros protestaron.
No hubo respuesta unificada del grupo ante esa agresión y falta de empatía de la Secretaría de Gobierno.
Unos pocos no dudaron en darse la media vuelta en ese momento y dejar el lugar, decepcionados e indignados por ese maltrato y evidente menosprecio de la autoridad de la Ciudad de México cuyo lema, por cierto, es hacer de la capital del país una “Ciudad de derechos”. Otros más, accedieron a que los cargaran para bajar los escalones, con el riesgo que eso implicaba. Y otro grupo de negó a bajar, pero ahí permanecieron. No hubo una protesta como demostración de fuerza.
La mayoría se quedó en el evento, unos arriba en la plaza y otros abajo en el patio, cerca del templete instalado para el festival cultural. Valoraron sobre todo el esfuerzo que se había realizado durante varias semanas para llevar a cabo este ejercicio de visibilidad para el colectivo de personas con discapacidad. Hubo desazón, sentimientos encontrados.

¿Por qué accedieron a entrar a un espacio inaccesible?
Las explicaciones son diversas, así como la idea de cómo denunciar el maltrato y la vulneración al derecho a la accesibilidad y la movilidad segura. Recogimos algunos testimonios de usuarias y usuarios de silla de ruedas:
Guz Guevara, activista y cantante, quien iba al frente animando a la concurrencia durante todo el recorrido, fue uno de los que aceptó ser cargado para descender los escalones, una acción que fue grabada por cámaras de Canal Once que lo seguía, pues es parte del programa 80 millones.
En el programa transmitido el domingo, comentó: “Como bien pudieron ver, todavía hay muchos espacios públicos que no son accesibles, hay muchos espacios qué conquistar porque venimos aquí un contingente grande de personas con discapacidad y estamos solicitando el apoyo para bajar con el riesgo que existe… pero es una de las razones por las que hacemos el llamado, por lo que estamos aquí congregados con el lema orgullo y dignidad.”
En la misma idea de estar en ese espacio inaccesible, pero evidenciar la falta y denunciarla, Enrique Medel, parte del comité organizador local, nos dijo: “Nos metieron en un hoyo, eso está mal, pero lo que podemos hacer es denunciarlo, no quedarnos callados, aunque no es razón para venir a reventar un evento que costó mucho trabajo”.

Se refería en particular a la reacción de Roxana Pacheco, una de las principales promotoras de Movimiento PcD, quien al ver lo que estaba ocurriendo, que cargaban a los compañeros en silla de ruedas, tomó el micrófono y muy molesta les pidió a todos que se salieran de ese lugar, que tuvieran el coraje de resistir ante esa agresión inaceptable.
Algunos se salieron y siguieron congregados en un espacio de la plaza a nivel de calle, otros se quedaron en el patio cerca del templete donde se desarrollaba el festival artístico.
Carlos Taba, pintor con la boca, estuvo un rato en el lugar pero se retiró temprano, inconforme por la situación: “Nos fue mal porque había muchas escaleras y no había rampa, mis compañeros (de la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie) ya son mayores y sus mamás ya están grandes y no los aguantan, es difícil poder cargarlos, varios se fueron.”

Nancy, su mamá, comentó: “Creo que en vez de ir avanzando vamos retrocediendo, siempre le van restando más atención a ellos, la sociedad no se da cuenta, porque no lidian con un escalón… ellos quieren ser independientes, pero la sociedad y todos estos obstáculos no lo permiten.”
Alfredo Jiménez, quien estuvo arriba en la plaza, restó importancia al incidente y consideró que el recorrido fue un éxito: “Estamos muy contentos, fue un éxito total, tuvimos representación de las personas con todas las condiciones de discapacidad, que es la idea de este movimiento, unificar, unirnos para avanzar en los temas de derechos. Nuestro ideal es poder hacer una gran alianza con todos los componentes sociales, empresarios, medios de comunicación, las personas que están en gobierno, para que podamos trabajar, tener salud digna, espacios con accesibilidad, este movimiento va a marcar esa pauta.”
Martha García tenía esa mezcla entre satisfacción por haber logrado reunir a tanta gente y a la vez malestar por lo ocurrido:
“Hoy pudimos haceros visibles durante el recorrido, hubo muchas personas, hubo intérpretes de Lengua de Señas apoyando, una batucada. Llegando acá al Monumento tuvimos un detalle donde las actividades artísticas se hicieron en un lugar que no es accesible y pues esto es lo que vivimos en el día a día, tenemos que hacer estos cambios y pues vamos luchando poco a poco para ganar esos terrenos.”
“Vamos a hacer un análisis, vamos a ver qué es lo que se puede hacer, levantar la voz al respecto y que esto que no queremos que pase vaya cambiando.”

La fotógrafa, activista y comunicadora, Jen Mulini, nos confió: “Tengo sentimientos encontrados porque ha sido hermoso ver la unión de las personas con discapacidad desde diferentes lugares, me saludó una mujer con discapacidad visual, Victoria, que viene de Coahuila, eso es bien bonito. Y también estoy un poco consternada con la decisión de que el espacio para nosotros sea un espacio que no es accesible. Es importante mencionarlo, pero no quiero desvirtuar todo el esfuerzo y la unión y lo bonito que hemos vivido el día de hoy con las familias, con los aliados, eso ha sido histórico.”
Sin embargo, dijo, “si seguimos permitiendo este tipo de acciones, el mensaje que estamos dando es: ¿la sociedad siempre va a estar cargando con nosotros? ¿realmente estamos dispuestos a que nos sigan viendo como una carga?”
“Son muchas cosas que tenemos que ponernos a reflexionar, lo que a mí me deja la experiencia es que sí podemos unirnos y podemos ser una fuerza súper importante, pero también es importante tener una postura en la que no permitamos que se nos siga tratando como ciudadanos de segunda.”
En Facebook, Lucero Marquez, activista ciega que en diversas ocasiones ha denunciado públicamente casos de discriminación como usuaria de perro guía, comentó: “Tache para las autoridades y también para las personas con discapacidad que se conformaron con llegar a un lugar y disfrutar de un espectáculo, cuando lo que es realmente importante no se estaba cumpliendo. Para mí, el lema de orgullo y dignidad fue brutalmente pisado.”
¿Quien y cómo va a luchar por los derechos de las PcD?
Como bien mencionaron los organizadores del Movimiento de Personas con Discapacidad, manifestaciones de este tipo no se veía hace mucho tiempo, los mismos líderes llevan poco tiempo en el activismo. Lo novedoso en este 2021 fue ver a personas con discapacidad y familiares organizarse de forma autogestiva para salir a las calles. Hicieron a un lado los viejos liderazgos a los que más bien no les gustaba convocar a marchas y protestas, por favorecer el “diálogo” con los gobiernos, lo cual evidentemente no ha dado grandes resultados.
Con un gobierno federal alejado de las organizaciones de la sociedad civil auténticas, respaldando sólo al Teletón, se creó el espacio de organización suficiente para movilizar a miles en el país que esperaban sólo una señal para volver a salir a las calles.
Pero han sido muchos años de no estar presentes en el espacio público como grupo social y quizás eso explica tal vez el que no se hayan unificado para plantarse frente a los escalones de ese “hoyo” al que los fueron a meter y negarse a aceptar los malos tratos de la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México.
Lo ocurrido abre una oportunidad para reflexionar sobre hacia dónde y cómo continuar con la lucha por la inclusión social de las personas con discapacidad en México.
- ¿Qué hace falta para articular y fortalecer al Movimiento de Personas con Discapacidad?
- ¿Basta con el lema de #OrgulloyDignidad o habría que crear una agenda con demandas puntuales, como lo hacen otros colectivos de lucha social?
Por cierto, los colectivos de marcha del viernes 3 de diciembre sí llevaba una agenda y un pliego petitorio que fue entregado al Senado, al gobierno local y al federal.
- ¿Qué formas de lucha se deben adoptar para hacerse visibles y que no se sigan vulnerando los derechos de esta comunidad?
- ¿Qué tanta conciencia existe sobre la importancia de luchar por la conquista de derechos y quiénes están dispuestos a dar la batalla?
Muy buen artículo: el texto, las fotos, las entrevistas, pero lo mejor, las preguntas del final. Buena tarea que ojalá retome el “movimiento de personas con discapacidad”. Y para empezar, alzar la voz sobre el trato – a todas luces indigno – que recibieron del Gobierno de la Ciudad. Felicidades a quienes decidieron irse del lugar!
Muchas gracias por tu comentario!!