Por: Sabina Itzel Hermida Carrillo
“Los nadies, lo hijos de nadie,
los dueños de nada, que no son aunque sean, (…) que no hablan idiomas sino dialectos,
que no profesan religiones, sino supersticiones,
que no hacen arte, sino artesanía,
que no practican cultura, sino folklore,
que no son seres humanos, sino recursos humanos,
que no tienen cara sino brazos, que no tienen nombre sino número…”
Eduardo Galeano
El pasado fin de semana, a Samuel García, gobernador de Nuevo León, y a Mariana Rodríguez, su esposa, se les ocurrió jugar a la casita y “adoptar” a un bebé con discapacidad por un fin de semana. El bebé se llama Emilio.
Todo el asunto del bebé Emilio y Mariana me hizo pensar en aquellos a quienes Eduardo Galeano llamaba “los nadies” y en el poco valor que le da nuestra sociedad a aquellos que considera “nadie”.
Los hijos de nadie, los sujetos de caridad, los que nunca tienen suerte, los pobres, los que aguantan todo, los que no valen, no cuentan y no importan.
Aquellos que no son humanos sino números, parte de las estadísticas de pobreza y abandono; los nadies, tan vulnerables y tan vulnerados.
Es terrible eso de “los nadies” porque se asume que se puede disponer de su vida, se les puede violentar y se les puede utilizar para cualquier fin.
A Emilio le tocó ser protagonista de una telenovela mediática y ser el centro de atención de una estrategia publicitaria; todo esto antes de ser devuelto al orfanato, al hogar de los nadies.
La opinión está dividida: quienes cayeron en la trampa, afirman que Mariana “lo hizo con la mejor intención”, “le regaló un poquito de felicidad”, claro, porque cuando se es nadie uno merece aunque sea un poco y toda migaja no solo es buena sino además debe ser agradecida.
¿Qué importan los derechos de los niños, las leyes, los protocolos, la salud mental y emocional de las infancias? No importa nada cuando el niño en cuestión es un nadie, el show debe continuar.
La señora Mariana “conmueve” con sus visitas a Capullos, sus juegos, su trabajo y su convivencia con los nadies; todo esto pensando que les hace un favor, pero al final tratándolos como “nadie”, robándoles la dignidad y condenándolos a la miseria, la miseria de nuestra sociedad…
La señora Mariana Rodríguez ha sido captada fuera de cámara, en actitudes que demuestran su verdadero ser y su verdadera forma de tratar a niños, niñas y adolescentes.
Claro que no pueden, debemos levantar la voz para que se retiren del cargo ellos, y quién está en el DIF pemitiendo que saquen niños.