Mujeres y hombres con ceguera y baja visión se vuelven realizadores en el cine comunitario en Puebla

Por: Laboratorio de lo Invisible*

  • Con apoyo del estímulo para la formación audiovisual independiente EFAI – IMCINE, el Laboratorio de lo Invisible acompaña a comunidades a expresar su vida a través de la expresión artística.

En el Laboratorio de lo Invisible continuamos estimulando la formación, creación y experimentación audiovisual, cinematográfica y performática. Convocamos desde el cuidado comunitario para establecer nuevas relaciones a través de la creación artística. El trabajo itinerante de años del Laboratorio de lo Invisible se va consolidando al interior de México de forma presencial en lo local y recientemente de forma digital a nivel nacional, por deriva de la COVID-19.

En la actualidad, el Laboratorio de lo Invisible cuenta con apoyo del Instituto Mexicano de Cinematografía, IMCINE, a través del estímulo para la formación audiovisual independiente EFAI. Con ello hemos logrado ampliar el acceso adecuado y asequible de las comunidades al ejercicio pleno del derecho a la participación en la vida cultural, sea en creación o experimentación. Asimismo, se ha concretado el acceso a materiales culturales para apreciar obras y piezas artísticas.

En particular, los esfuerzos colectivizados desde el Laboratorio de lo Invisible, junto a las personas de la comunidad con ceguera, baja visión y sin discapacidad en Puebla, tiene como objetivos y metas claras construir acompañando, es decir, sin prácticas de representación o tutelaje institucionalizado. Por el contrario, las conversaciones, acuerdos, dudas y replanteamientos ratifican las acciones creativas y expresivas que construimos desde el arte como base del bien común, efecto de los encuentros que tanto gozamos.

Foto: Sobre un fondo color azul se ven siluetas negras rodeadas de luces circulares.

En las actividades que se promueven en el Laboratorio de lo Invisible se establecen metodologías para el uso de la cámara, tripié, luces y micrófonos, a estos los nombramos como los fierros junto a la computadora para editar imagen y audio. Pero no es lo más relevante, de hecho ese aspecto se considera secundario, pues mientras nos vamos entramando en la comunidad, a través de procesos de compartencia comunitaria, promovemos aspectos de entendimiento basados en la reflexión, la escucha, la atención al detalle, la sorpresa y la intuición.

Nos hacemos preguntas mutuas, arribamos a las experiencias de la niñez, las escribimos, las actuamos y presentamos desde nuestro ser-cuerpo. Es decir, la construcción de estos espacios colaborativos no solo expresa miradas, expresa múltiples, diversas, y profundas formas de construir la vida, con trayectorias de lo individual a lo colectivo, en el espacio, en el tiempo de realizar cortometrajes, empleando lenguajes cinematográficos apropiados para cuestionar, descentrar y trascender ideas a partir de la mirada y las diversas formas de mirar.

El trabajo de compartencias establece horizontes de entendimiento y colaboración que fortalecen las nuevas narrativas, o las narrativas antiguas cuidadas y valoradas como importantes desde la singularidad de las personas que participan. Es decir, en nuestros encuentros los fierros sí importan, pero el encuentro en el establecimiento de valores dialogados es el marco positivo y multiplicador que guía a quienes convocan, al igual que a al grupo. Logramos acompañamos en nuestra travesía experimental.

Y si bien reconocemos la apertura institucional para la realización y continuidad de estos proyectos, en específico del Laboratorio de lo Invisible, consideramos que es necesario continuar fortaleciendo el andamiaje que permita impulsar que personas con discapacidad visual transmitan, ejerzan sus narrativas en primera persona. Es así como Omar, Erika, Rosario y Jorge, docentes en los talleres, comparten su hacer como una opción real de expresión artística, de impacto social y cultual en beneficio de su vida y su comunidad.

Foto grupal de los y las participantes en los talleres de Laboratorio de lo Invisible.

Para dar cuenta de ello, compartimos una serie de testimonios colectivos recogidos en reuniones con el grupo de trabajo, testimonios y reflexiones que alegran nuestro sentir haciendo:

“Tengo nuevas posibilidades para proyectos futuros, voy combinando la danza, la pintura, y el amor, al hacer, crear con la cámara, me voy desenvolviendo en el guion. Es ver la vida desde otra perspectiva, en ocasiones nos ponen las cosas fáciles, que no damos otros pasos, a otras posibilidades. Durante el taller se dan empujoncitos, libertad creativa. Ahora se abren posibilidades incluso laborales. Aquí con el taller nos animamos a hacer cosas nuevas, me fascina la dinámica, conocer a nuevas personas, es un grupo, un taller, pero deriva en familia por el apoyo y el buen ambiente que vivimos”.

“Tengo la mentalidad de aprender de las personas cercanas, de personas que no ven y tienen vivencias parecidas, y de personas que dan tips por conocer a más personas que no ven, con ceguera. Me llena de alegría saber cómo es que las personas con ceguera o baja visión van y vienen, andan en sus trayectos, me es confortante, les admiro, me conforta y llena de alegría. Son muchas sensaciones, conocí a perritos guías, no los conocía, saber y escuchar que así se desplazan me ha sido muy importante, pues son cosas que no conocía y me impresionan, pues me doy cuenta que así puedo aprender y hacerlo, como el taller de audio, el uso de la computadora para editar con los comandos, me llena de alegría, experiencias, satisfacción”.

“Es desafiante, me resuena la importancia de contar historias. Es importante cachar la valía de las historias propias. Es importante reconocer que, de inicio llegue con la impresión de que existen especialistas, personas que lo hacen por sus estudios, o porque solo esas personas pueden hacer esas acciones, pero son ideas, tenía esa idea. Y no todas las personas podemos escribir, contar nuestras múltiples historias, tenemos mucho por decir y mucho por filmar, aprovechar la creatividad compartiendo, proponiendo y decidiendo lo que queremos aparezca en nuestras piezas. Podemos decidir lo que preferimos aprender, y cómo lo queremos hacer”.

“Son muchas formas de contar, de expresar, de compartir y acompañarnos desde la creatividad. Es meter la danza, la pintura, la poesía, la historia, y la oscuridad si es que hacemos presente la discapacidad visual. Adquirir la discapacidad es algo muy fuerte en nuestras vidas, y tener apoyos de amistades, de comunidades como lo es esta. E que no sólo las personas que estudian tienen el acceso a hacerlo, pues son estos espacios los que además de acompañar el aprendizaje, la profesionalización, porque mientras trabajas tu corto se abren expectativas. No solo quien estudia para escribir puede hacerlo, o quienes estudian cinematografía lo pueden hacer, al tener estás formaciones también lo vamos concretando, tenemos la creatividad de hacerlo, y no es que estemos desarrollando una habilidad, pues ya la tenemos, pero en estos entornos se estimulan, se expanden”.

Realizadores ciegos y con baja visión editan video en una computadora.

“No, no esperaba aprender a editar un audio, y aprendí a editarlo, pero los descubrimientos que acompañan la exploración hacen presente sentires por mi trabajo, o por el trabajo en el grupo, es muy importante. Las múltiples actividades que realizamos en los diferentes puntos de Puebla también abren nuevas posibilidades, fuimos a estudios profesionales, de audio, el set de grabación en la escuela de cine, los espacios históricos, el teatro y los pequeños establecimientos que dan momentos de descubrimiento, de acción, y de convivencia. Eso da cuenta de que estar es ya una acción en nuestras vidas, y eso motiva nuestras realizaciones. Es bonito pues nos vamos admirando, es decir, mejor en este espacio encontramos algo que puede estar en nuestra familia, pero no se concreta”.

“El Laboratorio de lo Invisible suma para muchos aspectos de la vida y de las posibilidades que se abren que parecían lejanas, casi imposibles, nos vamos enterando que la intuición es clave para los procesos de aprendizaje y creativos de las personas que comparten. Esas ganas de encontrar siguen arribando a nuevos puertos bien diversos que fortalecen procesos individuales: colectiviza y también construye comunidad, evitando que la COVID se condense y nos distancie”.

La conclusión del taller se enmarca en compañerismo, alegría y mucho esfuerzo. De forma amplia seguimos poniendo especial énfasis en trabajar en espacios de participación que fomentan la autonomía de las personas con discapacidad a través del arte. Las construcciones práctica y corporal suceden en el cuerpo, se hacen con los conocimientos sentidos y aprendidos en los módulos teóricos, como cuando practicamos en rodajes colaborativos. El involucramiento es profundo, construimos disposiciones y presencias mutuas en todas las etapas de pre, producción, post producción, difusión y presentación, en las cuales todo se concreta en acompañamientos y respeto a las decisiones activas y presentes en todos los procesos.

* Colectivo de talleres de experimentación audiovisual. discapacidad / comunidad / accesibilidad

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.